lunes, 28 de septiembre de 2009

TUS BESOS


Tengo avidez de tu boca fresca que vértigo le provoca,
a mi interior estremecido cuando la miro largamente.
Me pregunto cuando será el día que tus besos,
aquietarán esos deseos míos tan intranquilos.

Mis ojos delinean de manera lujurioso su contorno,
mientras el murmullo suave de tus palabras se desbanda,
arrullando mis oídos y urgiendo los latidos de mi corazón,
que anda extraviado por el mundo mágico de los sueños.

Anhelo que la barca de mis besos más profundos,
cautivada por el faro de tu mirada gentil,
se detenga finalmente en el puerto firme de tus labios,
aguamiel ardiente que con su dulzura me arrebatará el alma.

Suplico al cielo sean los agasajos de tu boca sobre la mía,
el perpetuo manjar que cure las llagas de mi espíritu,
y los suspiros del amor donado sin medidas,
la brisa que eleve las alas de mi esperanza renacida.

sábado, 26 de septiembre de 2009

LAGRIMAS



Desciende suave la lluvia tibia de tus lágrimas,
por el contorno enérgico de tu rostro.
Mi corazón se sombrea de tristeza ante tus ojos desolados.
porque son mis palabras los arietes que golpean tu alma.

Viene tu mano en busca de la mía en un gesto entregado,
y yo que te quiero con corazón sincero la retiro,
decidida a continuar golpeando los muros altos,
que entre nosotros levantaste hace demasiado tiempo.

Necesito que sepas cuanto vales como hombre y amigo,
que aquietes esos murmullos que los enemigos vertieron,
en tus horas hasta convertirlas en amargas pesadillas,
cruel desgarro que se llevaron junto a tu piel las ganas.

Llovizna en tus ojos y es mi pecho agotado y entristecido,
la blanda morada donde recuestas tu cabeza.
Mientras se dispersan los sollozos de tu interior generoso,
que la crueldad del mundo intentó devastar.

Perdona, amigo mío…
si mi amor te despojó de las perlas de tus lágrimas.
Pero recuerda la añeja promesa que nos hicimos,
de no desertar jamás de nuestra compartida travesía.

viernes, 4 de septiembre de 2009

HOMBRE POETA


Mientras mi figura se extravía en el reflejo de tus ojos,
y el rumor de tu voz me arrulla de modo ameno,
dejo que el mundo mágico de tus labios y tu calido aliento,
hagan cautivos a mis sentidos y emociones.

Con levedad te inclinas hacia mí mientras me hablas,
acariciando con sutileza descuidada mi piel que arde.
Reprimo la fuga de un suspiro revelador,
que te manifieste el mayor de mis secretos ocultos.

Te quiero, hombre de mirada felina y gentil,
desearía poder revelar libre de recelos y decoros,
pero me oculto en una charla intranscendente,
alzando los muros que me alejan de los dolores del amor.

Te quiero, hombre de paso ligero y sonrisa buena,
que cuando me miras de la forma como lo haces ahora,
escucho campanillas marinas y percibo mariposas escoltando,
el andar feliz de mi sombra hasta ayer ermitaño y silencioso.

Tu mano se extiende en busca de la mía en un gesto delicado,
al dejar mi mirada descansar sobre tu boca húmeda,
te dibujo sobre los labios una sinfonía de besos nuevos,
y te ciño hasta fundirte dentro mío sin que lo adviertas.

Te quiero, hombre poeta, que por el mar de mis sueños
navegas con mano firme, aún lejos del puerto de mi alma,
porque el tiempo de este amor es una promesa recién nacida,
como son tus besos que tu boca tan próxima me invita.