lunes, 28 de septiembre de 2009

TUS BESOS


Tengo avidez de tu boca fresca que vértigo le provoca,
a mi interior estremecido cuando la miro largamente.
Me pregunto cuando será el día que tus besos,
aquietarán esos deseos míos tan intranquilos.

Mis ojos delinean de manera lujurioso su contorno,
mientras el murmullo suave de tus palabras se desbanda,
arrullando mis oídos y urgiendo los latidos de mi corazón,
que anda extraviado por el mundo mágico de los sueños.

Anhelo que la barca de mis besos más profundos,
cautivada por el faro de tu mirada gentil,
se detenga finalmente en el puerto firme de tus labios,
aguamiel ardiente que con su dulzura me arrebatará el alma.

Suplico al cielo sean los agasajos de tu boca sobre la mía,
el perpetuo manjar que cure las llagas de mi espíritu,
y los suspiros del amor donado sin medidas,
la brisa que eleve las alas de mi esperanza renacida.

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