miércoles, 26 de agosto de 2009

SENTENCIA


Cuando empezó o cometimos el primer error no lo sé,
pero de pronto el Edén donde abrigamos la ternura,
se convirtió en el averno tan temido,
que helaba las miradas y mataba las caricias.

No encuentro en el nido potente de tus brazos,
donde resguardar mis ilusiones nuevas,
y mis palabras no aquietan como en el pasado,
esos miedos pretéritos que te oprimían el alma.

Por las noches en el dominio de nuestro cuarto,
velan los fantasmas de la rutina y la congoja.
A veces se acuestan entre nosotros en silencio,
erigiendo los muros que ya no queremos atravesar.

Los Te Amo están ausentes de nuestras bocas,
se marcharon con los besos que no me ofreces.
Nuestros cuerpos se escarchan por el frío del hastío,
sin que intentemos nada por recobrar el fuego.

Por eso, aquí me tienes, frente a ti,
con mi espíritu desnudo esperando la sentencia,
que castigue a este juego del amor,
que con sus arrebatos nos lastimó a los dos.

2 comentarios:

  1. Upsss, hermana, que cambio...Interno o sólo literario??
    bueno es verte recorrer caminos de búsqueda...
    Como nos decían los Maestros... Sigue Así
    Raúl

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  2. el hastío de lo cotidiano, la falta de la pasión que nos lleva a la días iguales

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